El horno es el alma de la cocina. Por eso, su correcta limpieza es vital para evitar poner en riesgo las comidas y por tanto, nuestra salud. Los hornos pirolíticos De Dietrich están diseñados para aunar eficiencia y comodidad con su sistema de pirólisis. Esta es una función de limpieza automática que consiste en un programa donde el horno se eleva a temperaturas muy altas para eliminar las bacterias y los microorganismos de su interior. Una vez que acaba la pirólisis, simplemente se repasa con una balleta para limpiar la bandeja del horno, las correderas y el fondo del mismo quitando restos. Sin duda esta es la respuesta más práctica y eficiente si quieres saber cómo limpiar el horno sin esfuerzo. Pero si todavía no cuentas con un horno pirolítico De Dietrich, en este artículo aprenderás trucos para limpiar el horno con otras alternativas.

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Productos específicos

Es la solución más sencilla para el desengrasado de hornos. Para tener éxito es importante seguir las instrucciones de cada fabricante. Ahora bien, si lo que buscas son trucos para limpiar el horno, lee a continuación estas tres alternativas.

 

Zumo de limón

Las propiedades antisépticas y antibacterianas del limón sirven perfectamente para limpiar un horno. Corta dos limones a la mitad y exprime todo el zumo. Ponlo en un recipiente apto o en la misma bandeja del horno. Calienta a 180 grados durante 30 minutos. Luego, repasa las paredes con un trapo, el vapor del limón te facilitará la tarea.

Vinagre de manzana

El vinagre también tiene propiedades antibacterianas y desinfectantes. En este caso tienes varias alternativas. La primera, ideal para un horno que necesita una limpieza profunda, es preparar un pulverizador con 3 partes de agua y 1 parte de vinagre, aplicar en las paredes del horno, dejarlo actuar unos minutos y después aclarar con agua.

La segunda alternativa para una limpieza rápida de un horno no muy sucio es llenar la bandeja con 2 vasos de agua caliente y 1 vaso de vinagre. La limpieza debe durar 30 minutos con el horno a 200 ºC. Después, se repasa con un trapo húmedo.

Bicarbonato de sodio

Para eliminar la grasa de las paredes del horno es recomendable usar bicarbonato de sodio. Llena una taza de café hasta la mitad con el bicarbonato, añade una cucharada sopera de agua y mézclalo. La idea es conseguir una pasta densa que puedas esparcir en el interior del horno para quitar la suciedad. A continuación, quita los restos más difíciles con un pulverizador de agua o de agua y vinagre. 

Extra: Bicarbonato de sodio y vinagre

Esta fórmula da muy buenos resultados si se hace con cuidado y paciencia. En un bol se mezclan 10 cucharadas de bicarbonato, 4 de agua caliente y 3 de vinagre. El vinagre debes colocarlo con precaución, ya que reacciona con el bicarbonato formando espuma. Cuando hayas conseguido una mezcla densa, repasa todo el interior del horno. Si tienes tiempo, deja que la mezcla actúe durante toda la noche. Al día siguiente puedes aclarar con agua o con un pulverizador de agua y vinagre. Si lo has hecho bien, la suciedad debería quitarse sin frotar. En el caso de no tener tanto tiempo, puedes acelerar la limpieza encendiendo el horno a temperatura media.

 

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