El poder de nuestras 5 prácticas recomendadas principales para la cadena de frío
Estamos de acuerdo en que es muy posible que hoy en día se abuse del término “prácticas recomendadas”. Otra adición ambigua al diccionario de marketing. Pero, efectivamente, lo que representa es un valor práctico y real, generado a partir de una experiencia arduamente conseguida y un asesoramiento proactivo, y combinado con las últimas tecnologías e ideas del sector.
En Thermo King pensamos que podría resultar útil evaluar las prácticas recomendadas más actuales para evitar el deterioro de los productos en la cadena de frío, por lo que a continuación le ofrecemos nuestras recomendaciones principales.
Práctica recomendada n.º 1: Situar los conocimientos especializados en el centro de la ecuación
Sí, se trata de un concepto obvio como punto de partida, pero posiblemente también sea el más importante. Las cadenas de frío se están volviendo cada vez más complejas y presentan muchas oportunidades para que las cosas salgan mal. Asimismo, con frecuencia existe una delgada línea entre la entrega perfecta y una carga posiblemente deteriorada.
La longitud del trayecto, los diferentes modos involucrados, las diferentes sensibilidades a la temperatura de los productos… todos ellos son problemas potenciales y para resolver dichas preocupaciones resulta decisivo contar con unos conocimientos fiables.
Esto significa confiar en expertos que “comprendan” el control de la temperatura y que puedan trabajar con los transportistas, los centros de distribución y los clientes para ayudar a equilibrar y adaptar cada entrega en cada ocasión.
Práctica recomendada n.º 2: Convertir la coordinación en una responsabilidad compartida
Una cadena de frío consiste en mantener la integridad de la temperatura, lo que, a su vez, requiere unos elevados niveles de integración y coordinación.
Por tanto, es necesario animar a todos los socios, desde el agricultor/cosechador o el productor hasta el último vendedor, durante cada paso del proceso a compartir la responsabilidad de mantener la frescura de los productos.
Igualmente, dicha integración debería centrarse en hacer que los productos recorran el sistema lo más rápidamente posible.
Las vulnerabilidades se generan cuando se producen retrasos en la gestión de los productos y, para superarlas, es necesaria una sólida colaboración, por no mencionar el compromiso de todas las partes involucradas de trabajar según las mismas normas, valores y compromiso con la excelencia.
Práctica recomendada n.º 3: Estar siempre preparado para lo inesperado
Los motivos por los que se puede romper la cadena de frío son diversos. En un breve periodo de tiempo, las cargas pueden verse expuestas a temperaturas extremadamente altas o bajas y, en consecuencia, sufrir daños (la estimación estándar es que un incremento de tan solo 1°C a bajas temperaturas reduce la duración de los productos en hasta un 50%).
Esto nos lleva al tema de la planificación de contingencias, que en términos de prácticas recomendadas consiste en lo siguiente:
Definir con precisión las normas y las responsabilidades e identificar qué debe hacer cada persona y cuándo debe hacerlo en caso de emergencia, así como la comunicación necesaria.
Realizar evaluaciones transparentes de los riesgos y mantener una visión actualizada de lo que podría salir mal, junto con el plan para resolverlo (almacenar piezas de repuesto adicionales, calcular diferentes rutas, etc.).
Comprobar si se encuentra preparado para responder e invertir el tiempo y los recursos necesarios para probar sus planes de contingencias, realizar simulacros y efectuar ejercicios teóricos y prácticos.
Práctica recomendada n.º 4: Mantener una gran visibilidad y una comunicación abierta
A nadie le gusta actuar a ciegas y sin una visión clara de lo que está ocurriendo sobre el terreno. Por este motivo, ser capaz de realizar el seguimiento del progreso en tiempo real es más que una práctica recomendada.
Esto no solo le proporciona una mejor comprensión de dónde se encuentra cada envío y cada carga en el proceso de la “cadena de custodia”, sino también una idea detallada de cualquier problema potencial que pueda estar gestándose.
Así son en el mundo actual la conectividad y los productos telemáticos, como el sistema TracKing de Thermo King. Lo que ofrecen estos productos es la capacidad de acceder en tiempo real a la temperatura, la ubicación y la información relativa a las alarmas generadas desde un escritorio situado en una ubicación distante y, por tanto, la seguridad de saber en lugar de esperar.
Práctica recomendada n.º 5: Ser más inteligente con la capacidad
El ahorro energético constituye un tema recurrente en el almacenamiento en frío, ya que resulta más caro enfriar el aire que calentarlo. Por supuesto, el problema reside en que los diferentes productos requieren diferentes temperaturas para mantenerse en óptimas condiciones.
Para lograrlo no basta simplemente con comprar la mejor tecnología de refrigeración del mercado.
También es necesario que los transportistas, los centros de almacenamiento, otros proveedores de logística y los clientes se pongan de acuerdo al planificar los calendarios de envío para adaptarse a aquellos productos que necesitan unas gamas de temperatura semejantes durante el transporte y que tienen unos requisitos de gestión y almacenamiento similares.
Esto también le permitirá seleccionar la tecnología de refrigeración que se adapte a ese conjunto específico de productos.
Desarrolle sus propias credenciales en el mundo de las prácticas recomendadas
Estas son nuestras cinco recomendaciones principales. Por supuesto, existen muchas más, pero para proporcionar una cadena de frío de primer nivel en la actualidad es fundamental tener claras las nociones básicas y combinar la tecnología adecuada con el enfoque y el comportamiento correctos.
Con respecto a la parte tecnológica, Thermo King ofrece una gama inigualable de soluciones de control de la temperatura que cubre las necesidades de las cadenas de frío nacionales, internacionales e intermodales en su totalidad. Obtenga más información visitando nuestro sitio web.